El concurso de Arquitectura para jóvenes arquitectos de Andalucía - J5, proponía en una de sus intervenciones, la creación de una pieza en una zona industrial, que sirviese para diversificación de usos en esa zona.
Propusimos la idea de 5029m³ atrapados en un contenedor envuelto por una ligera piel. Un volumen flexible, capaz de adaptarse a diferentes programas a partir de la transformación de su envolvente y su crecimiento hacia el interior.
Una piel envuelve el contenedor creando un espacio interemedio, una cámara de aire que ayuda a conservar la temperatura interior en las condiciones climáticas más extremas. Ésta piel vive, y se halla en constrante transformación; una planta trepadora de hoja caduca, poco a poco invade la fachada sur.
El proyecto parte de la idea de conservar abiertas todas las posibilidades de uso, creando un contenedor protegido y manipulable, capaz de crecer internamente, facilitando la realización de nuevos forjados, particiones internas, o comunicaciones.
Dado el volumen albergado y la posibilidad de acoger diversas funciones, el control climático no es específico para un uso o conformación del espacio. La finalidad de las medidas tomadas es mantener la temperatura dentro de un intervalo de confort; evitando el soleamiento directo, refrescando la entrada de aire en verano, y conservando el calor producido por la actividad humana en invierno.
El elemento utilizado para ello es la envolvente que rodea al contenedor, creando una ćamara de aire que varía desde 40cm hasta 120cm. Esta piel está formada por una lámina de chapa que se adapta para conformar las fachadas delantera y trasera, así como la cubierta.
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